“La droga los abrazaba, había hacinamiento y poca ventilación. Hubo una especie de regulación de la necesidad de hidratarse de la gente”, definió Fiscal Delgado de Time Warp

Sofía me asombra .Es traída desde el Hospital Fernández luego de una sobredosis. Fue hace 11 años. Hoy es una joven empresaria. La conocí como casi un desecho humano luego de bailar horas y horas en una de las primeras fiestas masivas de tipo electrónica de la Argentina. Me contaba cómo había carpas con distintos heridos de esta “guerra “muy peculiar con médicos, enfermeros y ambulancias  No lo podía creer .Ella se salvó. El éxtasis como droga  unida a las fiestas electrónicas anunciaba una nueva cultura. Luego me conecté con un grupo de médicos que en los boliches recorrían las pistas como quien recorre salas de pacientes capturando confusos, agitados, violentos, dormidos o en coma, etc. Me costaba entender todo esto.

Soy un profesional nacido en el siglo XX formado con abuelos que recogieron pautas del siglo XIX y viviendo en el siglo XXI. Soy un ser humano atravesado por tres siglos y me daba cuenta que  una nueva cultura se avecinaba. La música, la imagen, las luces y el espectáculo eran lo vigente. La caída de los sostenes y pilares de las familias, los movimientos espirituales y el declive de la función de la palabra ya eran notorios. Una nueva época se avecinaba con la tecnología como centro y la imagen  como acompañante. El tiempo es veloz, las parejas duran poco los instrumentos de contactos virtuales (chats, twitter, Facebook, Instagram, etc.) suplantan el dialogo y los encuentros que necesitan un tiempo para instalarse. Es la cultura líquida que el sociólogo Z.Bauman anunciaba con la  lucidez de los adelantados o de los que ven lo que  va sucediendo en aguas profundas.

Sofía mejoró pero se tuvo que acercar a la cultura de la palabra para entender la velocidad con la cual se acercaba a la muerte. Detrás del éxtasis se esconde la velocidad del suicidio. Meta-anfetamina superior a la habitual como excitante y alucinógenos para recrear un mundo virtual alucinatorio. Locura con excitación. Disociación de la personalidad o  sea vivir en dos mundos al mismo tiempo. Historia la de Sofía que es la otra cara de esta cultura de la tecno-imagen. Ausencia de padre. Madre vacilante. Hija abandonada a sí.

La otra cara de esta cultura de la imagen en velocidad es el vacío. Vacío que agujero. El paciente cuando se recupera llora lo que perdió o lo que no tuvo para ser. Si quiere y puede aceptar el pasado y diagrama una vida con sentido. Por eso nos va bien con los pacientes porque nos acercamos a lo abolido: la historia, la palabra, los duelos, los afectos, la vivencia.

El gran escenario anestésico de estos dolores es la droga. El éxtasis provoca empatía con el contexto, por eso se dominan empactógenas o entactógenas generándose en el  baile colectivo al mismo tiempo un “viaje” introspectivo en el que uno puede tener alucinaciones no muy vividas con los ojos cerrados. Escenarios virtuales en donde si alguien muere al lado no se lo siente. Lo táctil es lo predominante .Autismo con excitación más alucinación de contacto. Todo esto dentro de  un circuito de disociación o división de la personalidad. Y al lado de esto se recupera artificialmente el amor y la cercanía valores tan devaluados en el vivir diario de estos muchachos. Todo como un artificio pero el vacío se llena, va desapareciendo aunque sea por unos minutos el agujero en sus vidas.

 EL MARKETING DE ESTAS FIESTAS

El marketing –tema clave  en estos tiempos de imagen y espectáculo para la venta – se impone. Soy un ciudadano del mundo si asisto. En la guía de prestigio a asumir por el concurrente está en primer lugar Tomorrow Land, Ultra Music Festival (UMF), Sensation y Creamfield que parecen ser los nuevos Harvard del momento .Harvard es de otro tiempo de la historia. El disc-jockey que viene es el Sartre de estos momentos. Todo bien sazonado por publicidad que de “boca a boca” se transmite. Ámsterdam, Berlín, Miami son mis ciudades. Ahí está la cultura verdadera los centros de la música, las imágenes y el ritmo monótono de horas y horas justifica este documento de identidad. Es una pertenencia. Grandes organizaciones comerciales amparan esta cultura. Son conglomerados internacionales que manejan mucho dinero y hacen valer sus títulos. Las drogas están ahí.  La música no se puede aguantar sin un cierto grado de disociación de la personalidad junto a un ambiente hiperestimulante de luces y de contagios masivos en un baile colectivo. Falta agua. Hay hipertermia por las drogas. Todo vale ahí porque en la sociedad actual lo dinerario es fundamental. Así  se va transformando en  un campo de concentración del cual no se puede salir si no se compra el agua ofrecida. No hay agua en los baños pero bien vale ese sacrificio para tener carta de ciudadano universal. Parece que toda una organización de venta se da a “tanquera cerrada”.

QUE NOS PASA?

Nuestra sociedad parece no aprender. En estas fiestas se recauda económicamente  una historia de falta de políticas preventivas y asistenciales en nuestro país. Los que murieron en Time Warp no solo fueron envenados. Ya en sí mismo el éxtasis es un veneno para el metabolismo corporal y es incierto lo que nos puede pasar si lo consumimos de acuerdo a nuestras vulnerabilidades (genéticas, cerebral, enfermedades pre-existentes, etc.).Hay un consumo alto en nuestros jóvenes y en general en nuestra sociedad de drogas. Nada se hace desde hace muchos años; ahora tenemos esperanza de un amanecer. Se cierran centros (hoy todavía se mantiene una resolución de la anterior administración de Salud que impide abrir establecimientos psiquiátricos especializados y comunidades terapéuticas para la rehabilitación e incluso los existentes tienen fecha de cierre). Mundo al revés el nuestro. En alta epidemia se restringen y cierran centros apareciendo entonces grupos de atención sin profesionalización en ambientes marginales y fuera de todo control sanitario.  Mientras tanto se anuncian grupos de “control de calidad” de pastillas. Como si hubieran pastillas de calidad y otras no. Los muncipios que nada hacen para prevenir se transformar en la ANNMAT (organismo nacional de control de calidad de los medicamentos).Absurdo total; pero primero es lo primero. Sin un Plan Nacional de Prevención y Asistencia seremos los sepultureros modernos  de una generación pero pareciéndonos a lo que hacen en Ámsterdam o en Berlín. Dante nos enseñaba en la Divina Comedia que el “principal mal de las ciudades es la confusión “.Confusión en los políticos, en los gestores de lo social. Rosario como uno de los principales centros del narcotráfico se prepara para recibir 13 fiestas electrónicas y aparecen movimientos para “testear pastillas”. ¿Cuándo vendrá   un Plan Maestro de Prevención y Asistencia para todo el país?. Mientras tanto las ambulancias recorren lugares para atender adictos en crisis frente a los pocos centros existentes en Rosario y Santa Fe. Pero así somos del Primer Mundo ya que testeamos pastillas mientras los Monos nos cercan y muchos se llenan los bolsillos.

Juan Alberto Yaria
Director General GRADIVA. Rehabilitación en Adicciones.