DEFAULT HUMANISTICO- «…el individuo solo se vuelve humano bajo la condición de ciertas instituciones; si esto es así la obligación de servir a estas instituciones es ella misma una condición para que el agente humano continúe desarrollándose». P. Ricoeur (Francia 1913-2015).

En Gradiva realizamos uno de los eventos anuales de padres que se denomina SOS Padres, término que en sí mismo resume dos significaciones: Sos padre y Socorro padres. La alta emocionalidad de los testimonios mostraron por un lado la importancia del centro de tratamientos para detener ese suicidio lento que era ver al hijo todos los días en el acercamiento con las drogas y con grupos promotores del daño a si y a otros y la impotencia cotidiana para evitarlo; al mismo tiempo la fortaleza de las familias para unirse con los equipos en un verdadero rescate no solo de sus hijos sino de ellos mismos.

SOS padre es la segunda lectura. Llamada al Socorro y ayuda mutua pero a la vez a ser padre. Las familias se van enfermando a medida que avanza el proceso adictivo. Esto es una verdad para nosotros. Ahí la institución terapéutica se convierte en garante de un proceso de amor a la vida. El hombre necesita del reparo de las instituciones.

Debemos distinguir la crítica a ciertas instituciones tiránicas y obsoletas (como los hospicios sin tratamientos y solo como depósitos por ejemplo o familias autoritarias) de la necesidad de la existencia de organizaciones que transmitan el don de la palabra o sea de la vida o sea de la educación.

La confusión reina en esta parte y hoy criticar a las instituciones se ha convertido en un deporte.
Así desde las enseñanzas de A.Gramsci (eximio filósofo marxista italiano 1891-1937) se trata de atacar la llamada por él «hegemonía cultural» que estaba formada por las instituciones educativas, medios de comunicación e instituciones religiosas del viejo orden y que convierte a las familias en meras formas de dominación burguesas y clericales.

Esto parece funcionar en la práctica como un verdadero latiguillo comunicacional vacío e insulso que en el fondo tiende a entregar a las personas a los grandes grupos de manipulación política (esto parece atravesar a todos los grupos políticos argentinos en mayor o menor medida) o publicitarias (dominio del mercado). De personas pasan a ser clientes y no ciudadanos.
Quedamos todos presos de los individualismos pero como dice Ricoeur humanidad e instituciones van de la mano.

Todos en bloque critican las instituciones familiares y en general todas las educativas pero pocos hablan de la necesidad de la vida familiar como germen de humanización y por esto parecen llorar nuestros pacientes.

Una familia y al mismo tiempo la escuela deben promover en los chicos normas claras sobre la Ley, la prohibición del canibalismo, el robo, el asesinato, la violación , el adulterio y el no consumo de drogas tóxicas.

El adicto de hoy revela la ruina de ciertas instituciones que resultan ser fundamentos de lo humano (familias, escuelas, organizaciones territoriales culturales y de seguridad, etc.).

FAMILIAS DAÑADAS
La vida familiar es hoy un tema clave en la sociedad argentina en relación al consumo de sustancias: aparece dislocada, ausente, fragmentada, dividida y con largos años de varios de sus hijos en carrera de consumo sin tomar decisiones de tratamiento o también algún padre en carrera de consumo.

El 60% de los pacientes tienen familiares con antecedentes de consumo o participan algunos en el tratamiento con ellos. Esto muestra como el «Caballo de Troya» de las drogas penetró en el propio sistema familiar y social y plantea, además, el problema de los garantes del tratamiento o sea de los sostenes ya que en muchos casos todo el sistema está comprometido

Sobre 100 pacientes estudiados la edad promedio de inicio de consumo fue a los 14 años 5 meses y la cantidad de años antes de acudir a la consulta fue de 13 años 7 meses de promedio y acudieron recién cuando tenían como promedio 28. La cantidad de años de consumo (casi 14) muestra el fracaso de todos los instrumentos preventivos sociales. La marihuana (verdadero Caballo de Troya) fue la droga de iniciación en un 55% de los residentes y luego el alcohol con el 29 % .La droga de consulta fue abuso de cocaína (55%), Marihuana (14%) y pasta base (18 %) (Estudios realizados en Gradiva con Dra.M.Arango).

La industria de la droga actúa sin cesar desde tres trincheras: la legal -comercial, los dominios narcos (Colombia nunca como hoy produce opio, marihuana y cocaína al amparo de los tratados de paz y con protecciones políticas a los anteriores guerrilleros y con ganancias espurias conservadas en sedes seguras y con países que operan como corredores también seguros) y los discursos políticos de «matrix progre» que favorecen todos un consumo indiscriminado de sustancias.

A LA CAZA DE CLIENTES
Un ejemplo de esto se da, hoy, en San Diego-California en donde una cadena de tiendas (14). Mad Men («aunque loco» en su traducción) de venta de marihuana ha hecho una propaganda en todas las rutas, por televisión y gráfica para enfatizar que los usuarios de marihuana pueden venir de todos los ámbitos de la vida. Hay imágenes de policías, enfermeras, maestros, científicos, capataces de construcción y abuelas que fuman hierba.

Además con un mensaje «stoner» (fumador empedernido) que está en el aviso 
tachado. O sea se puede ser fumador de marihuana y no ser adicto. Es una campaña por la aceptación social de la marihuana. La idea es trivializar el uso. Golpeó mucho lo sucedido con el dueño de Tesla (dueño de la empresa en crecimiento de autos eléctricos) Elon Musk que fumó marihuana en un estudio de televisión y las acciones de la compañía bajaron enormemente en los días siguientes. No causó rechazo en la opinión pública que tomara wiski pero sí que fumara marihuana. El alcohol está aceptado socialmente mientras que la marihuana no.

Los especialistas de marketing lanzaron así una campaña para trivializar el uso del cannabis. Mientras esto sucede los consultorios se llenan de pacientes vencidos por el consumo. Contradicciones de nuestra sociedad, produce en masa enfermos y los publicita primero como clientes.

LLAMADO A UN TRABAJO FAMILIAR
Todas nuestras vidas fluctúan entre el obrar y el padecer. Pero en las familias de los adictos el padecer es muy impactante. Duelos no elaborados, varios familiares con problemas, violencias varias, abusos físicos y/o sexuales y la condena diaria del imprevisto del drogarse y de las consecuencias (llamadas de la policía, citaciones judiciales, las alternancias críticas de las sobredosis, etc.). El padecimiento como sufrimiento es permanente en estas familias. Los llamé a obrar que es formarse, unirse, compartir, comprender, llamar a otros que ya salieron de las adicciones. En el obrar está la esperanza y el reencuentro con una identidad diferente a la de la enfermedad sin salida. Compartir y contenerse van de la mano. En la escucha de sufrimiento ajeno, en el diálogo que se comparte está también una nueva interpretación de lo que nos sucede y así se abre la puerta de una esperanza.

Acá podemos también recordar a Ricoeur cuando nos dice: «… los avances del bien se acumulan, pero las interrupciones del mal no hacen síntesis». Con lo que daña no hay síntesis, todo se fractura; hay resta y división. Con lo que hace bien hay suma y multiplicación.
Estas son familias acosadas en primer lugar por la culpa y el remordimiento que son el túnel que no permite ninguna apertura; además viven en barrios que también son túneles con vendedores de drogas por doquier y con jóvenes que desde pequeños vivieron consumiendo con lo cual se hace más difícil una reinserción por las dependencias químicas y cerebrales que están en juego. El tiempo como sedimentación del trabajo de ayuda mutua y la fortaleza de esta misma ayuda son un reaseguro frente al hundimiento vital.

* Director General Gradiva – Rehabilitación en adicciones.