DROGARSE  CON EL HIJO

«No sé lo que  quiero, pero lo quiero ya».Luca Prodan

“La legalidad que  el Padre instaura será una precondición ineludible de cualquier proceso de  entrada en la vida” Josè Milmaniene analista argentino

 

Quiero referirme al  universo de la condena; me sorprende últimamente la cantidad de hijos han  iniciado el consumo de drogas con sus padres y/o hermanos . Ya de suyo los que  trabajamos en drogas sabemos que el compañero” iniciático” en el consumo es  fundamental ya que se forma una hermandad en donde la lealtad se une con la crueldad . Drogarse inicialmente con uno de los  padres instala a lo perverso como Ley y con ello cae todo el orden social .El  Padre es el que inaugura la entrada en la vida . En términos bíblicos se instala  la esperanza de la Tierra Prometida cuando Moises ( imagen del padre sustituto)  baja del Sinaì las tablas de la Ley que  Moises (padre sustituto) convirtiéndose esto en la metáfora de toda familia. El padre concreto anuncia la ley; esto cae  cuando el Padre es complice, par. Asì se renuncia a la palabra, la violencia  reina . El Padre compañero de juergas se transforma , siguiendo el mito bíblico  en Aaron (el hermano de Moises ),que mientras èste estaba en el Monte Sinaì,  estaba adorando el becerro de oro entre  fiestas y alcohol con sus hijos y su pueblo. Aaron es el testimonio del par  complice y perverso. No puede esperar a su hermano que trae las Tablas de la Ley  , o sea de la vida. El como lo menciona sabiamente Prodan, pagando incluso con  su vida, todo lo quiere ya.

Quedamos asì  doblemente condenados ; por un Padre que es un par (siempre el Padre es  asimétrico por eso no puede ser compañero o “gomia”) y que nos instala en un  tiempo del ya (sin futuro) con drogas y que intoxica el placer haciéndonos creer  que hay un màs allà del placer que se consigue con sustancias. Placer en donde  el sexo , la creación artística, sublimatoria cultural, etc queda devaluado  frente a ese otro goce avalado por un Padre confundido.

Es el tiempo de la  confusión en donde “muchos no sabemos lo que queremos pero lo queremos ya”. Perdida de sentido, de direccionalidad junto a la perversión de todos los  sistemas del placer. Ya no es una mujer, un hombre o una obra el motivo que  empuja   a nuestro placer; es por “la nariz” donde pasa todo. Tiempos de perversión.  Y en esta lógica perversa todo es posible y como lo muestra el maestro  Milmaniene ¿Why not?. Todo se puede hacer : porque no. Cae entonces el universo de la espera en  la cultura del ya… cae entonces el universo de la esperanza …solo el que puede  esperar tiene posibilidad de esperanza. Entramos en el universo actual de la  desesperanza y la desesperación  que  es el universo de la droga.

EL HIJO BASE DE LA  CULTURA

El otro , tanto en  las teologías de distinto signo religioso o en el pensamiento laico es siempre  sagrado. Esa es la base de la cultura : no profanar al prójimo(próximo) y  también desde acà surge el nacimiento de la Etica a través del altruismo  :tenemos el deber de reparar al otro, ayudarlo. Siempre estamos en deuda con el  otro porque el otro es el testimonio mismo de la vida .Pero el Otro máximo en nuestras vidas  es el  Hijo, nuestro Hijo. Testimonio vivo de nuestra inmortalidad terrestre. Drogarse  con el hijo es quizás el elemento màs crìtico de un Padre que no puede ser Padre y que siendo solo hijo condena a su hijo a no crecer hacia el mundo que  està màs allà de la familia. Es la forma màs cruda de ceguera moral o sea de antisocialidad( los antisociales  tienen una ceguera moral porque sienten que no tienen una deuda con el  otro).Mientras tanto  al hijo  necesitamos darle lo mejor de nosotros mismos superando nuestros pasivos  emocionales y  brindarle nuestros  activos y si es posible multiplicándolos. De lo contrario aparecerán distintas  formas de pactos criminosos ; padre que condena al hijo desde la droga, el  abandono o el hijo que se venga de un  padre atacando a toda sociedad. Los destinatarios pueden ser diversos: el  autocastigo diario de destrozarse la mente , el espíritu y el cuerpo con drogas,  liquidar a lo social desde la venganza delictiva ,traspasar en un próximo hijo  que vendrà este drama que ya va a ser de tres generaciones .

Hoy hay distintas  formas de filicidio (padres que matan a sus hijos) o parricidios (hijos que  matan a sus padres) o de fraticidios (Caìn matando a su hermano). Nada nuevo hay  bajo el solo como lo muestra el Eclesiastes bíblico.

Cuidar la vida es  la máxima de hoy. Las drogas en el seno de la vida familiar desatan las locuras  màs graves y horrorosas. El hermano a cuidar y el hijo simbolizan el modelo  ètico de todo Otro. La tragedia griega o la Biblia nos pueden enseñar mucho  sobre todo lo positivo o lo negativo que puede reinar en nuestra subjetividad.  Podemos vivir condenados o abiertos hacia la creación humana.