Males Humanos

«No hace falta  recurrir al diablo para entender el mal, éste pertenece al drama de la libertad  humana ya que es el precio de la libertad». R. Safranski- 1999- El Mal o el  Drama de la Libertad Humana.

Muchos hechos que  hoy suceden en nuestro país me llevaron a pensar en los males humanos: la  muertes de mujeres incendiadas , la violaciones seguidas de muerte , el crimen silencioso de los narcos dañando la salud  pública en especial en los sectores más vulnerables y que convierten a la epidemia adictiva en un genocidio silenciado, y  también, por supuesto, los más de cinco  mil homicidios  anuales con  epicentro en gran parte de los casos en la región metropolitana.

También me asombra  en la consulta cotidiana la cantidad de hijos que consumen drogas y alcohol con  sus padres , tíos o hermanos. Esta alteración del orden parental ocasiona  indudablemente un daño irreparable. El drogarse es buscar un más allá del placer posible ; es  tratar de llegar a superar la barrera de lo prohibido que se une, de esta manera  , con el borde mismo de la locura. Esto adquiere mayor dimensión de tragedia  cuando aquellos que deberían mostrar el límite entre lo saludable y lo dañino  fallan en su función pervirtiendo con sus actos los mensajes. Juan me dice “.. no puedo volver a mi  casa porque mis cuatro hermanos se drogan y mi papá también ; la mesa familiar  tiene como postre a las drogas “. Oscar , por otro lado, cita a su “tio como el  que lo inició en el consumo”, narración que muestra a esta situación como una “marca” en la memoria imborrable.

CAIDA DE LA MORAL  SOCIAL

Uno de mis maestros,  E. Morin (pensador francés), habla de los males sociales e incorpora la  dimensión ética en la consideración de los problemas de la comunidad. Así nos  habla del «homo-demens» como lo complementario con el «homo sapiens». La  demencia con lo racional. Lo anti humano conviviendo con lo humano  permanentemente dentro de nosotros mismos y en la sociedad. La salida para Morin  es combatir al bárbaro desde la educación a través de un proceso de  interiorización de la ley de lo humano. Incluso nos alerta que el problema no es  la violencia sino la violencia que se ha vuelto «loca» y que para entrar al  siglo XXI es necesario realizar una revolución dentro de uno mismo para  resistirse a la megamuerte planificada. Prevenir lo demencial es la verdadera  tarea educativa.

Uno de los grandes  males de hoy es el desarrollo de la conciencia moral, conciencia que según Morin  es el triunfo del altruismo (la vigencia del otro) sobre mi estrecho ego marcado  por el narcisismo. Uno de los padres de la Psiquiatría de finales del siglo XX,  H. Ey, nos enseña » que el carácter moral es el fondo mismo del carácter» y  describe maravillosamente una patología en ascenso: los trastornos antisociales  y las psicopatías «como accidentes evolutivos de la conciencia moral» y define a  estos pacientes como aquéllos «que tienen una maldad moral».

Los ejecutores con  anestesia moral de los diversos crímenes y violaciones de hoy son precisamente  estos sujetos en donde la falta de empatía con la víctima marca la barbarie.  Otro gran pensador como H. Piaget nos habla del desarrollo de La conciencia  moral e incluso la pedagogìa moderna toma las ideas de Piaget para el desarrollo  de la moralidad en los chicos a través de los trabajos en grupo (fomento de la  cooperación , rechazo al egocentrismo, interiorización de las reglas de  convivencia , surgimiento de la conciencia del bien). Iniciar a los niños en el  consumo participa para mì de esta anestesia moral, y màxime si se es familiar.

DROGAS Y HOMICIDIO  PSICOLOGICO

Las drogas , y  especialmente cuando su uso comienza en la niñez y adolescencia lesionan el  desarrollo moral de una persona. Se  viven experiencias aberrantes generadas  por el consumo (violencia, experiencias sexuales promiscuas, etc.) y esto  también se agrava cuando la iniciación se da en el marco de la perversión del  orden parental(padres adictos, hermanos consumidores). Cuando la ingesta de  drogas está incitada o amparada por un familiar se está perpetrando un verdadero “homicidio psicológico”. Al  mismo tiempo se va dañando el cerebro y especialmente el lóbulo frontal (base  psicobiológica de la conciencia moral).

Iniciar a un menor  en el consumo, y máxime si el que lo hace es un pariente pasa a ser un acto criminal. Se va formando desde pequeño en el  consumidor también  una anestesia  moral y aumentan los males de la conciencia moral colectiva (estamos viendo un  mal colectivo epidémico). Crecen así los psicópatas en la sociedad . A su vez  estos participan del mapa creciente del delito y se transforman en una parte  necesaria de una nueva sociedad mundial en donde el delito es una industria más.  El psicópata hoy no trabaja solo, forma parte de una organización criminal con  manejos de territorios y sectores de seguridad propios. Es un holding que  funciona en red y, como toda organización criminal, por medios económicos o por  el miedo infiltra sectores diversos del aparato institucional.