PACO (I)

«Cuando estoy arriba del caballo no me puedo bajar mas…»

relato de un paciente adolescente consumidor de paco.

El «paco» como derivado residual del proceso de pasaje de la hoja de coca a sulfato y clorhidrato de cocaína nos muestra en su mezcla de sustancias hidrocarburantes con residuos de estimulantes tres fenómenos que se relacionan:

a) el deterioro de la función cerebral y de todos los sistemas orgánicos tema que es especialmente significativo en la etapa madurativa adolescente;

b) los trastornos de identidad del joven adicto que se verán notoriamente incrementados por la identidad toxica que adviene luego de un consumo habitual y

c) la nueva familia cogeneradora del consumo de sustancias habitualmente desestructurada o desligada y/o desmembrada que supimos conseguir, al lado de una nueva iconografía urbana que apunta a la atomización de los vínculos sociales. Todo esto lo tratare en diversos artículos. Empezamos por el cerebro en evolución de un púber o adolescente que asiste a un doble proceso de muerte neuronal; el propio de un cerebro en maduración en donde millones de neuronas están programadas para morir para,luego, crecer otras miles de millones de neuronas mas en la adolescencia siempre y cuando no existan tóxicos (el paco lo es) y por otra parte el daño neuronal que genera la propia droga. Los hidrocarburos actuantes no solo dañan la circulación cerebral, sino la propia estructura orgánica del cerebro. Las 100 mil millones de neuronas y las 300 mil millones de conexiones sinápticas entre neuronas queda alterada y con ello las funciones más elaboradas del psiquismo humano en donde el cerebro es condición para su funcionamiento. Cuando ese adolescente de Soldati me dice que no se puede «bajar del caballo» cuando consume «paco» nos habla del singular desborde impulsivo que genera el tóxico y la renuncia de las estructuras superiores de control (lóbulo frontal) a sus funciones. El cerebro como proceso de interpretación de los múltiples estímulos sensoriales, el control de los movimientos, la grabación de las experiencias a través de la memoria, las tareas cognitivas complejas así como las estructuras anímicas y de conducta queda suspendido en su función y vamos viendo «dementes jóvenes» por la peculiar puerilidad e impulsividad de sus conductas sin tomar en cuenta las consecuencias de los actos. Además se altera todo el sistema hormonal con consecuencias variadas en la sexualidad y en el desarrollo. Las comunicaciones eléctricas y químicas bases de la vida cerebral quedan alteradas así como los sistemas del placer (sistema de recompensa) que se encuentran en la base del cerebro (subcorteza). El piso inferior del cerebro empieza a dominar al piso superior (corteza cerebral). A mayor poder de la subcorteza (cerebro mamífero) menor poder cortical (ultima escala humana de evolución). Esta lesión de la función cerebral es base y fundamento de los siguientes trastornos: a) trastornos de conducta y de socialización; se detiene el aprendizaje adolescente y se asiste a una desocialización progresiva con una actividad que puede tener dos polos: hiperkinesia improductiva y/o apatía y abulia regresiva; b) trastornos de escolarización: se detiene el crecimiento escolar y el abandono de la escolaridad primaria y secundaria es frecuente ya que no hay posibilidades de atención, memoria y de procesamiento de la realidad; c) trastornos psiquiátricos de tipo antisocial ( conflictos con la ley) y/o psicoticos. El paco genera un aislamiento del mundo en donde solo la dosis es lo importante y esto es posible que genere conductas delictivas o autismos invalidantes.