PADRES Y DROGAS
«La familia es la más efectiva inmunidad preventiva que cuenta la sociedad»
Bernardo Klisberg
La actitud de los padres hoy resulta fundamental en la prevención del consumo de drogas y alcohol. Este consumo tiene una tendencia a cronificarse debido a que tanto el alcohol como todas las drogas alteran los sistemas químicos cerebrales y dan lugar a una pérdida progresiva en el usuario de la capacidad de autocontrol y de administración. Esto resulta máximamente importante en la adolescencia y en la pubertad en donde los niveles de vulnerabilidad psicológicos, cerebrales y sociales son altos, siendo entonces la tendencia a la reiteración de las dosis algo más frecuente llevando esto a una dependencia más rápida(conducta imperiosa por consumir drogas). Es por eso que una intervención precoz ante los primeros consumos de alcohol y de drogas por parte de los padres es fundamental. A mayor rapidez en la intervención precoz menos posibilidades existen de consumos crónicos y por ende de discapacidades futuras (problemas psiquiátricos, legales, accidentes, etc.).
En los padres hay tres valores claves en la educación de los adolescentes:
1. ESTAR: su par contradictorio son las ausencias o la deserción del papel que como adultos debemos representar en la educación en esta etapa de la vida.2.VINCULOS: sostener contactos diarios de tipo vivencial, conocer sus amistades, tratar de comprender la intimidad cambiante del hijo; todo esto resulta fundamental .El par contradictorio al vincularse es la inermidad. El adolescente que anda solo con sus conflictos y no tiene siquiera con quien confrontarse es un factor de riesgo alto.3.CONTENCION PSICOLOGICA Y AFECTIVA: ésta implica un proceso normativo y de límites que ordene una evolución que, por momentos, en esta etapa de la vida es caótica. La falta de contención abre el camino de conductas antisociales, la vida en la calle y a las consecuencias de la soledad.
En los adolescentes se han estudiado cuatro vectores de la personalidad que pueden ser inductores al consumo a:) autoconcepto: el grado de satisfacción y/o de fracaso que siente un adolescente; b) la impulsividad: conductas violentas, imposibilidad de estar quieto, etc.; c) la búsqueda de sensaciones : aquí nos encontramos con la necesidad de buscar continuamente situaciones de riesgo, peligro y con una desinhibición frecuente; d) conducta antisocial: peleas frecuentes, insultos, buscar continuamente lo prohibido y las transgresiones o conductas que lleven a romper, quemar , etc.
El estudio de los adolescentes realizado por la Universidad de Islas Baleares (España) publicado en la revista de la Sociedad Española de Toxicomanías (2005) muestra que la conducta antisocial y la búsqueda de sensaciones están unidos a conductas de consumo. La impulsividad predice un mayor consumo así como un autoconcepto con severa sensación de fracaso .Por otra parte el autoconcepto positivo o sea la satisfacción interna del adolescente lo protege de la ingesta.
El estar de los padres, los vínculos y la contención normativa son fundamentales para seguir «paso a paso» la evolución hacia la salud del futuro joven; estos serían los valores básicos para una intervención precoz que detenga males futuros.