Drogas: Emergencia Sanitaria

«andar en grupo, cuidarnos entre nosotros, no asustarnos, no dejar de ir  a la escuela por miedo, no a la droga, no al paco…»
Alumnos de 2do.año  de la Escuela de Enseñanza Media del Bajo Flores (mural)
Cuando en una sociedad un problema de salud o sea un fenómeno epidémico  traspasa los limites los Estados declaran la emergencia sanitaria. Así sucedió  en nuestro país con el cólera, los planes «remediar»(ante la falta  de medicamentos). Últimamente fue y es un gran éxito el programa de prevención  del tabaquismo. Las diversas pantallas comunicacionales mostraban al humo como  el gran enemigo de la salud y a la vez grandes comunicadores personales se  volcaron a que todos tomemos conciencia del daño de la nicotina y de todos  los químicos del cigarrillo. No importaron los grandes intereses que se movían  para detener estos programas de educación social masiva (con la participación  de escuelas, organizaciones culturales ,etc.).El resultado está a la vista: baja todos los meses la prevalencia del tabaquismo en la población.
Hoy el problema debe profundizarse, el consumo de drogas y alcohol es de tal  magnitud que es, creo, necesario decretar la emergencia sanitaria. Del 30 al 50%  de los accidentes automovilísticos es por alta tasa de alcohol en  sangre; aumentó el 500% del consumo de paco en los últimos tres años siendo  éste un factor de deterioro de amplias capas de población juvenil; el número  de laboratorios de procesamiento de droga ha crecido en nuestro país,  especialmente de cocaína quedando entonces un residuo para la venta a  poblaciones juveniles empobrecidas. Hay barrios en el sur de la ciudad y en  algunos sectores del conurbano que son llamados de los «muertos  vivos» por la categoría de «mutantes» que tienen sus  habitantes, especialmente los más adolescentes. El 12% de los estudiantes  secundarios ha reconocido el consumo de drogas y el 20% de los  universitarios. Este porcentaje sube enormemente en los no escolarizados. El  consumo de alcohol en menores llega al 70% de la población y esto es un  indicio de futuros problemas de adicción (cuando se comienza a beber antes de  los 14 años el porcentaje de dependencia futura es casi del 50% en la  adultez). Hay aproximadamente 150.000 argentinos infectados por virus del  Sida, de los cuales el 25% es adicto a drogas endovenosas; pero además existe  un porcentaje alto de infecciones por vía sexual que está vinculado al uso  de drogas (en momentos de excitación por el uso, especialmente de  estimulantes, no se toma noción del riesgo y del peligro ); esto también  culmina en el aumento de la epidemia de Sida. Al aumentar el consumo de  drogas y alcohol aumenta el fracaso escolar, las conductas suicidas , las  enfermedades psiquiatritas y los envejecimientos cerebrales precoces. Hoy también  el delito se incrementa por el uso de drogas , especialmente con los  estimulantes. Todo esto va unido hoy al crecimiento de las ludopatía ligadas  tanto al juego legal como al creciente ilegal(pareciera que la legalización  llevó paradójicamente al incremento de una economía lúdica ilegal que  llega ya  a los 2 mil millones de peso por año).En cada barrio hay un  bingo acompañado esto de la magia que proporciona el juego al lado de un vaso  de alcohol e incluso de estimulantes para mantener por más tiempo la ilusión.
Además a mayor aumento del consumo de alcohol y drogas mayor aceptación  social. Se «normaliza» así el uso de drogas y alcohol.
Declarar la emergencia sanitaria es poner a disposición de los organismos del  Estado presupuestos suficientes para enfrentar la epidemia, pero  fundamentalmente movilizar a la sociedad en aras de la cultura de la calidad  de vida. Inundar los medios de comunicación con mensajes preventivos,  estructurar una red pública de atención masiva y cercana a las zonas de  mayor riesgo, implementar programas escolares de protección a la salud y  generar en cada barrio comunicadores personales que alimenten la posibilidad  de una vida sana.