Default Humanístico: An-Hedonia
«…el tiempo vuelve a pasar pero no hay primavera en anhedonia…el tiempo vuelve a llorar pero no hay primavera en anhedonia …no tengo que hacer las maletas , no siento nada»
Charly Garcia -Tema musical :Anhedonia -1989
El artista nos ilumina mostrándonos que la anhedonia es un territorio subjetivo …un desierto. Ahì , ya el placer no existe. El mundo es indiferente , es un dolor seco y ya sin lagrimas, lúgubre y oscuro. Nada nos llama. El adicto que tratamos vive estos estados de los cuales solo sale volviendo a consumir. Placer cada vez màs efìmero y diabólicamente evanescente …hasta repetir el consumo luego del agujero de la cesación de las sensaciones. El maestro en adicciones C.Olivienstein nos enseñaba en Paris:»…la droga produce un gran placer (luego supimos que estimula artificialmente centros productores de dopamina de una manera mucho màs fuerte que con el sexo por ejemplo)… pero la rehabilitación comienza cuando la persona deja de recibir placer con la drogas y lo tiene por otras vìas…es que con las drogas creyó encontrar el paraíso perdido y la carencia lo sume en la mayor de las carencias: la perdida del paraíso». Entonces debe volver a consumir. La compulsión eterna de un autocastigo cruel (búsqueda de un placer ya imposible de encontrar) lo condena a la dependencia.
El filosofo J.Barylko nos enseñaba :»..la libertad es lo contrario al automatismo; es aprender a ser uno mismo versus el Anònimo Poder que aspira que seamos Todos lo mismo «(Vivir y Pensar -2000). Es aquí donde la Filosofìa se une con la Neurobiologìa en la adicciòn ; la perdida de la libertad y el refugio como «nadie» en la masa de lo uniforme se conjuga con un cerebro que funciona en automàtico buscando la dosis (cerebro subcortical) perdiendo la persona progresivamente la capacidad de decidir (cerebro cortical). A medida que este camino hacia el deterioro avanza la an-hedonia aumenta asì como el aislamiento.
HISTORIAS DE «NADIES»
Nuestro trabajo es ayudar a que el «nadie» automatizado por el consumo pueda transformarse en «alguien». El tratamiento es una historia hacia la libertad. Jorge tiene 20 y vivìa en un baldio de Flores. Cuando lo veo parece un muerto- vivo, apagado . Su padre murió con una sobredosis. Pienso en ese momento que tendrá que torcer esto que puede operar como un destino y condena. Para èl abrir los ojos era consumir «paco » y pasada la excitación cerraba los ojos hasta la próxima devoraciòn. Nada lo convoca a salir de sì màs que el consumir hasta auto-devorarse. Asì pasa muchos días en su recuperación ; sin «alma» (los antiguos decían que el «anima » era el soplo vital). Oscar tiene 40 años y hoy està en recuperación . Viviò bajo un puente en la capital. Estado total de abandono con dos hijos tambien abandonados y un matrimonio roto. El ciclo del automatismo era alcohol, drogas, pastillas. Cuando lo conocì de su sueldo mensual solo podía usar 30 pesos. Embargado económicamente, psíquicamente y marginado socialmente asì como en decadencia espiritual. Hoy superò su auto-condena. Tres años de tratamiento implicaron una toma de decisiones en donde su proyecto vital : su si-mismo dejó de estar alienado en automatismos , sus hijos volvieron a tener un padre , pudo hacerse cargo de su trabajo y disfrutar de sus beneficios. De vivir bajo un puente empezó a tender puentes con la realidad dejando las «tentaciones» alucinatorias del alcohol que eran su propia tumba.
CONQUISTA DE LA LIBERTAD
La toma de decisiones en libertad o sea pudiendo tomar opciones dependen del funcionamiento del cerebro en plenitud ; cuestión èsta que es atacada por el consumo dependiente de drogas. El lóbulo frontal -avatar último de la evolución biológica del sistema nervioso separándonos de los simios – es el garante de la capacidad decisional (memoria, atención, procesamiento del pensamiento, etc) . Lo contrario es quedar a merced de los automatismos nerviosos .El daño frontal tiene una sintomatología clínica llamada síndrome de las 4 A : apatía, abulia, anhedonia y amimia. Asì nos vamos transformando en sujetos pasivos y objetos de los demás.
La via del cambio es encontrar con el paciente una motivación -precisamente- para el cambio. Ayudarlo a que èl le encuentre un sentido a la vida. Pero en el dìa a dìa su opción necesita ser no volver a consumir. Cuestiòn central para una recaptura de su sì – mismo.