CIUDADES PREVENTIVAS
“… el lugar simbólico de un sujeto se da dentro de el orden de los deseos familiares y en una comunidad…”.
El lugar del sujeto –José Milmaniene. Edit. Biblos
Desde estas columnas venimos insistiendo acerca del agudo deterioro del capital humano y social de nuestros pueblos. El capital humano que es el desarrollo del potencial individual que cada uno de nosotros tiene a su vez necesita del concurso y el apuntalamiento de la educación familiar, escolar y los valores sociales. Desde la genética podríamos decir que nuestro genoma para realizar sus promesas necesita del ambiente afectivo y de estimulación cognitiva de los padres, los maestros y los modelos éticos comunitarios que se transmiten. No estamos totalmente determinados por nuestros genes; ellos dialogarán con el ambiente y se realizarán o no nuestras promesas genéticas. Somos un potencial ilimitado pero eso depende del factor educativo. Aún lo biológico nos muestra que es un desarrollo social.
Por otra parte el capital social es la fortaleza del tejido institucional desde las pequeñas organizaciones culturales, deportivas, religiosas, comunitarias y de servicio de cada barrio hasta las grandes organizaciones en lo macro social que forman una red de valores, normas y leyes que proyectan un destino ligado a la calidad de vida.
LOS VERDADEROS BIENES
Capital humano y social son los verdaderos bienes de una sociedad. El capital financiero, económico y físico de una sociedad pueden faltar o entrar en ciclos de crisis; la fortaleza de la salida estará dada por el plus diferencial de las naciones que son el capital humano y social. Las arcas de un país pueden tener las reservas más altas, todos los climas y producciones posibles pero si falta capital humano y social todo esto es en vano. Se dilapidarán oportunidades. Japón es el ejemplo; casi sin capital físico (en riquezas naturales), en deterioro económico y financiero luego de la guerra fue su capital humano y social ligado a la tradición oriental lo que permitió convertirlo en uno de los países más poderosos del mundo. La reserva tecnológica que promovieron se debió a su reserva de talentos y a su disciplina.
LO OSCURO Y LO CLARO
Ya Octavio Paz, el pensador sudamericano, hablaba refiriéndose a esta época como de un “tiempo nublado” en donde lo oscuro nublando el cielo de los valores anunciaba una crisis. También definió a este hombre como “un hombre a la intemperie”. Pero también existe un “sol” que ilumina; o sea proyectos que surgen en el seno de la comunidad y que auguran un porvenir y una esperanza. No todo es “un sol negro”.
El “sol negro” está representado por el avance incesante del consumo de drogas y alcohol en poblaciones juveniles, en la propia familia entre hermanos y la existencia cada vez más fuerte de transmisión intergeneracional del consumo (de padres a hijos). Verdadera precipitación y anticipación del cementerio. Nuevos campos de concentración sin alambradas y púas. Este consumo avanza en poblaciones en alto grado de desamparo afectivo (crisis y desmembramiento de las familias), económico, ético o sea de transmisión de valores y en edades de máxima vulnerabilidad. Deterioro de aquel capital humano y social tan preciado.
En relación a esto en un relevamiento realizado en seis hospitales bonaerenses (Moreno, San Martín, La Plata, Pacheco, Haedo) se comprobó, en un solo día de encuestas en las guardias de emergencia, por la noche que el 15% de los ingresados lo hacían por exceso de alcohol y drogas. El 62% era menor de 25 años y de este porcentaje el 80% era menor de edad. Los daños humanos, accidentes, golpizas, violencia callejera que se observan a la salida de los boliches son la imagen viva de aquello que parece ser un dato frio de las estadísticas hospitalarias. Cualquier sanitarista que observa este número frío del 15 % hablaría ya de un problema social en desarrollo.
LAS SOCIEDADES NO SE SUICIDAN
Es así, las sociedades reaccionan o sea no se suicidan. O sea hay reacciones que apuntan a fortalecer el capital humano y social. En Gobernador Virasoro (Corrientes) todo un pueblo organizado lucha contra el fracaso escolar. El abandono y la repitencia escolar tanto en el secundario como en el primario. La pérdida del secundario, si no hay contención, abandona al chico en la calle o sea a la “intemperie” que menciona Octavio Paz. La falta del primario oscurece el destino de una persona y máxime si vive en un “desierto” de valores. En Visasoro se generó una alianza comunitaria (verdadero modelo de Ciudad Preventiva) entre las autoridades locales y provinciales, empresas privadas y organizaciones civiles para mejorar el rumbo de la educación. Apoyados en la UNESCO además se capacita a maestros, profesores y directores. Hay que luchar contra el hecho que el 15,4% repite un grado en la primaria y el 21,2% el primer grado. El abandono del secundario llega al 80%.
Cada ciudad en esta epidemia debería replicar lo que hace Virasoro. Las drogas y la precipitación del cementerio también la debemos entender desde la caída de la educación familiar, escolar y social. Una ciudad Preventiva, de los barrios preventivos hasta los municipios preventivos, es una alianza de redes sociales que promueven la calidad de vida y la detección precoz de las enfermedades crónicas como la adicción.
Generar, entonces, una cultura alternativa a la del consumo. Al futuro adicto no le estamos transmitiendo una cultura alternativa basada en la educación, la salud y los valores.