Coquear
“El presidente de EE UU J. Carter volverá a Bolivia y conjuntamente con el presidente de su país cosechará hojas de coca; dentro del plan Boliviano de imponer los distintos usos de la hoja de coca y aumentar la producción”
Agencia Ansa – 1 de mayo/2009.
Detrás de la hoja de coca está la cocaína y por supuesto el residuo llamado paco. Por eso sorprende esa información acompañada de una foto, en donde ambos mandatarios están sonrientes, entre el americano y el presidente boliviano. Hay una tendencia de incluir la hoja de coca como alimento. Veremos la falacia de estos argumentos y lo que ocultan. La hoja de coca tiene tres usos:
a) tradicional; el llamado a “acuyico” que es el mascado de la hoja de coca con bicarbonato utilizado en la zona de Los Andes para el “llamado” mal de alturas; el mate de coca (hoja de coca entera) como infusión;
b) industrial: fundamentalmente la cocaína
c) alimenticio: bebidas colas a la cuales se les sacan los alcaloides (sustancias euforizantes) y en segundo lugar se trata de promover las hojas como valor proteico en por ejemplo la harina de coca .
En realidad el 91% de las hojas de coca es usado por el narcotráfico para la producción de cocaína. Lo demás es usado en forma infinitesimal.
La hoja de coca como alimento encubre los siguientes daños para la salud: a) los alcaloides presentes en la hoja de coca (metabolitos secundarios de las plantas con efectos psicoactivos que estimulan el sistema nervioso con acción euforizante y estimulando la producción de dopamina en el cerebro llevando, por lo tanto, a una descompensación de su metabolismo), o sea son productos lesivos para el organismo; b) hace daño y es tóxica por ende tanto la hoja de coca como la harina de coca no son inocuos y su valor nutritivo es cuestionable a excepción de tener vitamina A; c) la presencia de alcaloides y de insecticidas la hacen dañina; d) las hojas de coca utilizadas como alimento en ratas produjeron disminución de peso y muerte ya que sus proteínas no son digeribles porque son deficientes en ciertos aminoácidos (García Giesman 1950; Collazos 1965; Cordero 2002; Ramos Aliaga 2004); e) posee exceso de calcio que no se puede absorber a nivel intestinal y renal generando por ejemplo cálculos renales.
En el Incanato (Academia Peruana de la Historia) se ha comprobado que la hoja de coca solo es usada con fines rituales para la alta nobleza pero en ningún momento como alimento. Este es un intento actual que parece encontrar otros fines. La hoja seca contiene 14 alcaloides entre ellos la cocaína, aumentando la presión arterial, taquicardia y midriasis. Es un defatigante porque actúa sobre el Sistema Nervioso Central pero no aporta energías, ni calorías ni nutrientes energéticos, Solo estimula la dopamina cerebral pero debilitando el resto del organismo y poniéndolo en riesgo. En realidad la polémica se centra en lo siguiente; 9 de cada 10 hojas de coca son industrializadas por el narcotráfico. Una pequeña proporción se utiliza en medicina, los campesinos de Los Andes para el “acuyico”, y la Coca-Cola (como saborizante previamente des-cocainizado).
El plantear que se cultive más hojas de coca evidentemente beneficia al narcotráfico que es el único potencial comprador e industrializador. Además , no olvidemos que el letal paco que tanto efectos dañinos genera en nuestras barriadas surge de la “inocente” hoja de coca.