Envejecer pronto II
«..tienes que saber que Dios sopla a través de ti desde el    comienzo, no puedes esperar hasta que Dios llegue a ti y diga :Yo    soy «
Rainer María Rilke
La muerte es una ruta cronológica imposible de detener pero que también    podemos adelantar siendo el abuso de drogas y alcohol  el escalón    preferido para lograrlo .Adelantamos el «reloj » genético    cuando los gerontogenes como marcadores de una posible senectud y del    envejecimiento de los órganos ceden ante el impacto tóxico y comienzan a    precipitarse en jóvenes que en adelante serán «jóvenes    viejos».Las drogas fomentan así la muerte celular transformándose de    esta manera en  una apoptosis programada (verdadero deterioro de    nuestro capital celular).Los tóxicos son los homicidas de nosotros    mismos. Por eso llamo a la drogadicción una apoptosis auto-inducida o una    senilidad buscada ante la dificultad, para muchos, de soportar y enfrentar    la vida.
El cerebro se transforma en el espacio primordial de la tragedia y la    mortificación y rápidamente se deteriora , ya no por el paso de los años,    sino por el abuso de sustancias químicas sobre, especialmente, el lóbulo    frontal. Este, que  representa el plus que nos diferencia de los    primates , ahora defectuado nos acercará a ellos en nuestra imposibilidad    de pensar y en la violencia de las respuestas. Lo simiesco suplanta a lo    humano. Incapacidad de pensar, seleccionar, planificar, memorizar, atender en    profundidad me acercan a una versión caricaturesca de lo humano. Al mismo    tiempo se altera mi lenguaje afectado en la fluencia , comprensión y en la    dificultad de encontrar el nombre de cosas y personas (disnomia).El    aprendizaje que en condiciones normales a partir de los 55 años se va    resintiendo en los jóvenes adictos alcanza proporciones mensurables de    personas de más de 65 años y se daña la capacidad de aprender a aprender.    Es singular estudiar la curva del aprendizaje en jóvenes que consumen y que    no consumen :las diferencias son abismales. La memoria a corto plazo es    similar en su daño a persona que están en la tercera edad .Lesionado el lóbulo    frontal, además, se desarticula el balance emotivo -intelectual que    gestiona esta área más evolucionada del sistema nervioso. Aparece entonces    una conflictiva ligada  al deterioro frontal que es la llamada    personalidad orgánica (CIE10 -Manual europeo de Diagnóstico) en donde la    impulsividad y la imposibilidad de generar prospectiva se une a un    pensamiento concreto y ya no abstracto; a esto se suman los diversos    trastornos de personalidad que tiene el paciente y  la conflictiva    psicológica.
La vejez precoz inducida por las sustancias como las drogas y el alcohol    ingeridos vorazmente llevó a un gran pensador francés como C. Olivenstein a    llamar a las adicciones una «bulimia con drogas» y a otro grande    como J. Lacan a designarla como «apetito de muerte».Así aparecen rápidamente    marcadores bioquímicos, moleculares y celulares  de envejecimiento y    desgaste del organismo: niveles altos de la bioquímica del stress como el    cortisol y la adrenalina que dañan distintos tejidos , tratarnos de la    circulación cerebral, alteración de las sustancias antioxidantes que son    la protección del organismo  y que pierden en su «batalla»    ante los radicales libres responsables de la «oxidación » orgánica. Nuestro    cuerpo además pierde fuerza muscular, enlentece sus respuestas y tiene una    resistencia ante el esfuerzo sensiblemente baja.
Este deterioro evidente orgánico y psíquico lo va aislando del contexto de    su edad ya que no puede rendir de similar manera a personas de su generación    .Así se transforma en un jubilado precoz. Se desvincula de contextos y    estimulaciones sociales .Rápidamente se daña la autoestima y ya no sirve    la devaluación o descalificación del otro. Se siente inferior y la envidia    se transforma en resentimiento.
El joven «viejo» se va alejando de la normativa típica de su edad    ya que no puede hacer frente a lo que otros de su grupo etareo hacen con mínimos    esfuerzos. Ya no puede realizar como antes acciones de una manera automática    y se va refugiando en «ghettos» de iguales inaugurando    comportamientos sectarios con lenguajes pobres en numero de palabras y    contenidos.
Lo singular de toda esta dramática social es la masividad de su impacto y    el prestigio social que asume en la sociedad actual el consumo de    sustancias. Progresivamente vamos formando parte de un nuevo grupo social de    discapacitados juveniles .