MUROS

«Cuando el uso de drogas pasó de lo sagrado y secreto al nivel de consumo de masas vemos al fenómeno como el de una sociedad en vías de esquizofrenizarse ; los educadores no hemos podido transmitir la pulsión de vida..»

C. Olivenstein – maestro francés en problemáticas de drogas

Muros por doquier .Lo venimos mencionando en estas columnas. Brasil, Argentina. San Isidro, el último muro más mediatico y políticamente relevante.Villas . Countries. Separación . Pensar que es una separación entre ricos y pobres parece ser una visión sesgada e ideologizada. Más divisiones de las que ya hay en nuestra sociedad , por favor no. Lo de afuera es lo lo extraño. Lo de adentro es familiar. De un lado lo siniestro, del otro lo conocido y no peligroso. Lo siniestro es lo que no se comprende . Nuestras categorías de pensamiento para entender esta complejidad ya no sirven. Y menos en un momento pre-electoral. Necesitamos nuevas categorías de comprensión. Dinamitar prejuicios , simplismos o sea simplificaciones de la realidad.
En la semana próxima nos reunimos en la ciudad de Lima más de cien expertos en drogadependencia para analizar precisamente estos temas . Las ciudades se amurallan. El herrero se transforma en el personaje fundamental . Unos contra otros . No más unos con otros.
Ni balas, ni más policias ni alabar la marginalidad. Pensaremos en Perú que nos pasa como sociedad. Primero aceptar la realidad . Aceptar implica ya un cambio. Aceptar y poder pensar van de la mano.Estos nuevos fenómenos no puede comprenderse sin entender , este es mi punto de vista que pongo a consideración , estos hechos:
a) la existencia en todos los puntos de las ciudades y en la intimidad de los barrios  de un «narco-menudeo» e incluso con venta a domicilio o sea de una venta de drogas con público infanto-juvenil como demanda.Redes implantadas con códigos de venta , delivery y signos linguísticos que sirven de mensajería: silbidos, zapatillas colgadas, e incluso la imagen de San Expedito (el de los socorros urgentes en este caso para aliviar los dolores de la abstinencia)
b) aumento desmesurado del consumo de drogas y alcohol en menores de edad; el 61% de los jóvenes entre 15 y 29 años consumió algún tipo de drogas en la Ciudad de Buenos Aires según datos Del Organismo de Juventud , el 33% más de una vez marihuana, el 6% más de una vez cocaina, 5% alucinógenos , 1% paco , 3% pastillas. Esto va unido a que el 38 % no realiza ninunguna actividad física y con una repitencia escolar del 42%. Mientras tanto en la Prov. de Buenos Aires el 68% de las muertes de jóvenes entre 15 y 29 años es por daños colaterales al uso de drogas.
Mal que le pese a muchos una autoridad mundial como Nora Volkow, Directora del Instituto Nacional de Drogas de USA, nos enseña que «nuestro cerebro no se desarrolló para consumir drogas». Daña el plus humanizante que nos separa de mamíferos y reptiles que es el lóbulo frontal de nuestro cerebro. Base del pensamiento complejo, el altruísmo y la moral . En nuestras barriadas el consumo es crítico y las leyes del desarrollo humanos nos dicen: » a menor edad de entrada en el consumo mayor dependencia crónica.»
c) ¿Quien consume con mayor voracidad drogas? ; en nuestros barrios el chico que encarna este problema con mayor fuerza tiene la siguiente caracterísistica: 1. rasgos impulsivos derivados de abandono precoz, y esto lleva a la repitencia escolar y por último al abandono ; 2. ambientes familiares adversos con abuso psicológico, afectivo y sexual y con conductas violentas de los padres; 3. el consumo desde pequeños los daña cerebralmente ya que el lóbulo frontal (eje de la civilización) recién termina de madurar en la juventud . Desde pequeños , entonces, son adiestrados para seguir consumiendo ya que el frontal es tambien el freno a los impulsos. La dependencia no tiene «controles » biológicos ni por supuesto educativos y familiares.
d) cada vez son más los niños que consumen y que sufren la adicción de los padres; asistimos a la peor de las tragedias que es la transimisión inter-generacional de la drogadependencia.
e) al mismo tiempo que aumenta la pandemia paradójicamente , y esta parece ser la señal suicida de nuestro contexto, aumenta el prestigio social del consumo de drogas y alcohol. Los daños cerebrales agudos y crónicos del consumo de drogas y alcohol en jóvenes y niños nos dicen una cosa pero al mismo tiempo la tolerancia social y la aceptación aumenta. Por eso el maestro francés Olivenstein nos habla de una sociedad » en vías de esquizofrenizarse».
Una de las vías de la inseguridad parece ser esta unión entre oferta extendida de drogas, familias liquidadas en su función educativa, escuelas inermes y absortas ante un alumno que no entienden y una aceptación suicida del consumo a escala social.
Se puede hacer mucho pero luchando contra la confusión que como decía el Dante en la Divina Comedia es «el principio del mal de las ciudades». Hoy hay que ir a lo precoz, a la familia en sus inicios, los chicos abandonados, los jardines de infantes, ayudar a los maestros, acompañar a los restos de familia que tienen nuestros hijos, tratar a padres adictos, establecer en los  barrios servicios de prevención y asistencia en salud mental. Generar barios y ciudades preventivas. Llegar antes que el «narco» para entender los dolores de cada chico y cada padre.