«Hoy la tabla de valores está centrada en el entretenimiento y en la generalización de la frivolidad..”
M. Vargas Llosa –La civilización del espectáculo-ALFAGUARA
El célebre autor nos sigue diciendo que en este contexto “un hecho sin una imagen multiplicada no existe…el paparazzi es fundamental..”. La industria del entretenimiento necesita personajes que luego irá devorando bajo el tiempo real del rating del minuto a minuto. El personaje para tener existencia en este nuevo mundo debe ser una noticia permanente; con escándalos, violencias, amoríos y si practica la bisexualidad mejor, peleas con otros divos. La producción de nuevos hechos que sean imagen multiplicada debe ser continua. Mantenerse alerta para formar parte de la cadena de noticias y circular por internet, televisión, medios en general, portales, etc es un stress cotidiano. Drogarse, especialmente con estimulantes como la cocaína o las anfetaminas para muchos generará el combustible necesario para formar parte del escenario cotidiano. Usar opiáceos para generar un “mundo paralelo” y supuestamente placentero que amortigue la persecución permanente de todos los actores en juego en la lucha por los trofeos de esta nueva cultura para muchos es también una necesidad.
DROGAS PARA MANTENERSE PRESENTES
Así esta nueva civilización del espectáculo cosecha centenares de adictos y también miles que mueren en el intento y que se ofrendan sacrificialmente en el altar de estos nuevos dioses. El “atontamiento” progresivo de otros que quedan devorados por este sistema es evidente ; con tal de aparecer renuncian, quizás sin saberlo, a la más mínima dignidad para convertirse en la burla y el sarcasmo y se transforman en objeto de goce y sarcasmo de los otros con una platea en donde el sadismo reina.
Estas semanas cayeron varios o están cayendo distintos personajes en donde las drogas ya no pueden eludir la Ley de la naturaleza. Aquí si vemos como el consumo de drogas nos consume. Organos envejecidos “hablaban” en su desgaste ante la cocaína o la morfina. Otras, inmersas en guerras por un “divismo” que no aparece, mueren o se suicidan. El cuerpo de ellos también necesita ser noticia ya sea en una camilla entubados, en un oscuro hospital q ue acoge a un empobrecido “actor” de estas nuevas comedias o en lujosos sanatorios en donde los “amigos del campeón” hacen fila para aparecer ante las cámaras y los paparazis dando las ultimas noticias del parte médico oficial en donde ya el médico –figura ya devaluada y a ser criticada en cualquier momento- pasa a un segundo plano.
DELIRIO DE INCLUSION
Esta nueva civilización nos hace creer que somos absolutamente suficientes, plenos y sin fallas. Es la trampa del narcisismo. Quedamos capturados en la imagen. Caemos en la tentación del personaje. No hay mañana, todo es hoy y ya. Quizás debamos recordar las enseñanzas sobre el Fausto reflexionado por distintos filósofos, entre ellos Heidegger y distintos existencialistas, en donde nos educan acerca de cómo estamos bajo el Imperio, gústenos o no, del mañana. Fausto se jactaba de conocer el mundo, de haber aprendido a no esforzarse por ver a lo lejos y no quería escuchar a esa Cura –el dios que nos sigue- que obliga a andar a tientas. La Cura es el cuidado de nosotros mismos.
El gran olvido de nuestro si mismo, o sea de nosotros mismos es evidente en esta nueva cultura que busca personajes y en donde muchos se entregan en estos nuevos altares. Industria del entretenimiento, cultura centrada en la publicidad, sustitución de las ideas por las imágenes, devaluación de la palabra. Entronización de la frivolización y el escándalo. Los heridos de guerra de esta civilización centrada en la industria del entretenimiento y la publicidad requiere una maniobra de recaptura de la mismidad que se halla extraviada en la fascinación de los nuevos espejos de agua que deglutieron a Narciso.
DR. JUAN A.YARIA
DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES GRADIVA EN ADICCIONES Y PATOLOGIAS DEL DESVALIMIENTO SOCIAL