“  … siguiendo el cronómetro nada puede florecer”

A. Grum. El  misterio del tiempo.

Vivir en  el ya… no es vivir el hoy. El ya es la recompensa inmediata. Vivir el hoy es encontrar plenitud en cada momento. Nosotros en las terapias de adictos decimos: viví el hoy plenamente que el mañana viene solo. Asi nos aseguramos en  la vivencia de los encuentros humanos  que nos ofrece la realidad y ejercitamos un pensamiento que nos rescata como si mismos en cada instante. El ya es  vorágine, ligado habitualmente al desborde impulsivo. El hoy es el si mismo que  se re-encuentra en cada instante y en un crecimiento permanente. La sabiduría estaría en encontrarse con la densidad de cada momento.

Mientras tanto veo una puja entre bandas en el Barrio de Montserrat que culmina en la muerte de uno de los del grupo. La calle esta llena de sangre. Nadie habla. El reportero televisivo se encuentra con que los vecinos eluden dar referencias. Hay miedo. Botellas de alcohol rodean la escena. La furia  es habitual en estos grupos. La sociedad aparece dividida entre tribus que responden a variados intereses (comercio de drogas, entrada en casas tomadas, etc.). El ya es solo… caos.

CAOS Y ORDEN

A l mismo tiempo Stephen Hawking, destacado científico en el campo de la física y celebre por su teoría del “big-bang” como origen del universo, no solo nos sorprende y entusiasma por su amor a la vida ya que padece una parálisis casi general de todos los miembros y solo se comunica de una manera sofisticada a través de una computadora sino que también preocupado por el futuro de cada uno de nosotros, pregunta a la humanidad a través de un sitio de Internet lo siguiente ” ¿cómo puede sobrevivir cien años más la especie humana en un mundo que se encuentra en un caos político, social y medio-ambiental?”. Las respuestas fueron variadas y van desde la fe en Dios hasta migrar al espacio o a las profundidades de los océanos. El mismo Hawking en Hong- Kong hace pocos meses habló de “buscar refugio en otra parte del espacio”. El caos siempre va a culminar en una autoorganización. La propia pregunta del científico es un intento de poner en clave de CONCIENCIA el problema que vivimos. La autoorganización no vendrá sola, hay un pasaje por la toma de conciencia que debe ser de muchos (una elite mundial) que traccionará los cambios porque las sociedades no se suicidan; evolucionan, cambian, entran en decadencia, se transforman. Así surgiría un nuevo cosmos (orden). Del caos al cosmos. En realidad en  la vida siempre CONVIVEN EL CAOS CON EL ORDEN. Se complementan, luchan como soporte para la creación de  nuevas organizaciones.

CAOS Y ALCOHOL

 Un ejemplo de caos hoy es el consumo de alcohol en menores. No es solo el cataclismo ecológico a lo que se refiere el físico inglés. La universidad de Boston estudiando 43.000 personas en su escuela de Salud Pública encontró que quienes se inician en el consumo de alcohol antes de haber cumplido 14 años aumentan las posibilidades de adicción  a esta sustancia en la vida adulta y comprobaron que el 47%  tendrá problemas de abuso y dependencia. Los que comienzan a beber después de los 21 años solo tuvieron un 9% de probabilidad de un consumo problemática. La norma de limitar el consumo de alcohol a menores se basa en un cuidado de la salud. No es antojadiza y  arbitraria. En la Argentina, mientras tanto datos oficiales nos marcan que el 42,6 % de los menores de 14 años toma alcohol, entre los 15 y 16 años sube al 75 % y trepa al 86,2 % al llegar a los 17 años. Debemos agregar que estos datos son de la población escolarizada o sea contenida y sostenida por un proceso educativo. ¿ Que sucede en la población no escolarizada?. Está  menos protegida y claramente más desvalida. El panorama es difícil ya que el uso de alcohol en edades de máxima vulnerabilidad depara un futuro crítico para miles de jóvenes y un costo en vidas y económico muy marcado.

 Me asombra más la apatía ciudadana ante este malestar creciente así como admiro la lucidez de un amante de la vida como Hawking que desde un sillón de ruedas y casi parapléjico se preocupa por los próximos cien años. Mientras éste planifica una sobrevida planetaria desde su grandioso pensamiento y sentimiento en un cuerpo desvalido en el otro lado observamos adultos inermes y en un pacto criminoso de sacrificio de jóvenes generaciones. Mientras uno tiene prospectiva aun desde sus problemas; el otro liquida su capacidad de prospectiva y  por ende de futuro. Todo en ellos  se agota en el “ya” de la sensación etílica y esto lo aprende desde pequeño. El cerebro sede de la prospectiva y por ende de la planificación del porvenir queda dañado cuando desde la pubertad queda “embebido” en alcohol.

Dr. Juan Alberto Yaria.

Director del Instituto  de ESTUDIOS SUPERIORES –GRADIVA- EN ADICCIONES Y PATOLOGIAS DEL DESVALIMIENTO SOCIAL.