“…la cultura es sólo aquello que surge entre abuelos,  padres e hijos “Hegel. Discurso de Jena

A Saúl lo conocí hace unos años y un profesor a quien llamé para una supervisión del caso dada su complejidad me dio el mejor diagnóstico que escuché: “es un ser devastado”. Un “tsunami” pasó por su vida. 15 años de consumo de cocaína. A sus 30 años daños en su cuerpo y su “alma”  son evidentes. Su cerebro, en sus estructuras de control de impulsos y del pensamiento quedó “averiado”. La zona orbito-frontal muestra alteraciones evidentes. Ahí la cocaína hace estragos ya que es donde precisamente en la historia del desarrollo del sistema nervioso,  desde los reptiles hasta los mamíferos y luego desde el simio al hombre, cuando las estructuras frontales tienen un crecimiento abrupto . Este crecimiento va parejo y paralelo con la mejora de la percepción, la posibilidad de abstraer , llegar a una lógica que permita tomar decisiones más adecuadas , controlar mejor los impulsos para poder desarrollar planes y prospectivas de acción y fundamentalmente inferir los sentimientos y los pensamientos de los otros (empatía).

Se dice que este lóbulo es la civilización pero la civilización hace al lóbulo frontal. Y civilización es educación, familia, escuela, límites, cultura. El cerebro es hecho también por el contexto.  Una energía fundamental en el cerebro es la informacional (las palabras con las cuales lo llenamos ) además de la energía química y eléctrica.

Así llegué a conocer a este ser “devastado”. Boliches, “puti-club”, delitos menores que no se condecían con su condición económica , múltiples parejas e hijos sin protección (solo una cuota que el abuelo paterno pagaba). Al final ese “cuerpo- máquina” se paró. No había descanso y  dijo basta. Internaciones en terapia intensiva, clínicas psiquiátricas, comunidades terapéuticas, etc., etc.

HISTORIAS DEL “TSUNAMI”

A Saúl le pasó lo que le pasa a miles hoy. A nosotros en la consulta nos llega un capítulo de esta novela de vida. De nosotros depende y fundamentalmente de él mismo que se pueda reescribir otro texto . Cuando el caos se instala en nuestras vidas desde la infancia  hay –creo- un lento devenir hacia el mismo en la adultez.

La familia del paciente tenía un alto contenido afectivo pero con un gran divorcio emocional entre los padres. Peleas, violencia y separación cuando los hijos eran muy pequeños .La madre utiliza a sus hijos para vengarse del padre .Ausencias y fallas de éste. Saúl y su hermano viven en la calle y se “diploman” en porros y cocaína. Las plazas de Flores y Mataderos eran la escuela cotidiana.  Los dos contrajeron patologías psiquiátricas severas .

Saúl luchó contra su adicción y tuvo que aceptar a sus 30 años un cambio que contradijo su experiencia de vida. Límites débiles en la adolescencia, anemia normativa en su desarrollo. Los tres pilares del desarrollo infantil estaban dañados: amor, límites y transmisión de valores. Cambiar la forma de expresar la angustia o sea pasar de la droga a la palabra. Su vida estaba en juego y lo fue logrando luego de muchos meses de reparación y reconciliación consigo mismo y con sus hijos y sus padres.

ADICCION Y SUICIDIO

En muchas ocasiones el abuso de drogas lleva al suicidio. Así encontramos como producto de una vida con tóxicos la búsqueda de situaciones de riesgo, la posibilidad de tener una enfermedad infecto-contagiosa como el Sida a través de distintas vías (sexual –droga intravenosa), automutilaciones con cortes en el cuerpo, las sobredosis.

Vivir para Saúl implicó aceptar un cambio de estilo de vida. Pasar de la transgresión a la presencia de la Ley. De la soberbia a la humildad. De la negación a la aceptación de la enfermedad. De creer que  todo se puede a la posibilidad que nos permite nuestra realidad. De lo ilimitado al límite de lo posible que es la antesala de la libertad.

Este cambio de estilo de vida implica un nuevo aprendizaje emocional de la vida sin sustancias. Así el cerebro puede empezar a revivir y a recobrar la plenitud de lo humano. El cerebro le da una posibilidad  más a la civilización de lo saludable  para su recuperación.

DR. JUAN ALBERTO YARIA

DIRECTOR GENERAL GRADIVA-REHABILITACION EN ADICCIONES