GABRIEL a los 14 años descuelga a su padre de un poste en donde se había colgado . Jorge , su padre , era un consumidor crónico de drogas (especialmente “paco”) y su vida era una lucha permanente frente a la compulsión de drogarse. La vida familiar transcurría entre estar “limpio” durante un tiempo y volver a hacerlo con las consecuentes ilusiones y tristezas de su hijo. Este trauma lo persigue . Aparecen escenas de los últimos minutos de vida del padre. ¿Por qué salí con mi tía y no me quedé con él? . También los lamentos acerca del retraso en su regreso a casa . Siempre con los suicidas queda el remordimiento de los familiares acerca del porque . El porque lo hizo y los porques de su conducta son permanentes.
Mi experiencia clínica es que los que se enfrentan con este suceso en los primeros minutos quedan de sobremanera impactados . Gabriel lo debió descolgar en sus precoces 14 años. Esto se llama trauma . La tragedia como trauma queda como “marca” indeleble y lo persiguió durante muchos meses .
Desde esos lamentados 14 años Gabriel es también hoy ,a los 17, un “ir y venir “ con el Paco a cuestas. Hoy habla , piensa y no consume drogas luego de meses de rehabilitación y su mejoría es evidente . Empieza a hablar y el “paco”, en él , parece ser solo la dosis final para acompañar al padre . El también pensó en colgarse. Hablar es lo primero que sana frente al trauma masivo que él vivió. Lenguaje y superación del trauma van de la mano en una recuperación. Hablar, llorar y aceptación de lo sucedido aún de lo trágico van de la mano. Nuestra vida siempre linda entre lo dramático y lo trágico . En el drama hay palabras y eso nos salva . Ante lo trágico nos quedamos “sin palabras”.
Empezar a hablar y a llorar es el requisito de la aceptación de lo inapelable. De lo que ya fue. Aprendió eso acompañado por un equipo terapéutico y por su madre y siete hermanos. Todos lloraron , incluso la nueva pareja de la madre.
Superar el trauma a través de un vinculo con un grupo en una comunidad terapeútica y utilizando la herramienta del lenguaje ( la más primitiva y la menos usada) lo está salvando. Paco o lenguaje era la disyuntiva . Tener con quien hablar en serio de su dolor.
LA SANACION DE LA PALABRA
Trauma y stress post-traumático van de la mano en las tragedias . La vida empieza a ser un repetir…repetir la escena de lo trágico. No se puede dormir , comer, etc. Todo nuestro cuerpo, no solo nuestra mente, queda comprometida .Sudoraciones, palpitaciones , dolores musculares persiguen al sobreviviente de una tragedia y máxime cuando el suicida es el padre y en las condiciones de cómo fue ese acto.
Más allá de que son necesarias ciertas medicaciones para recuperar la funcionalidad cerebral perdida ; el hablar en un entorno de confianza y con “porta-palabras” plenas , ya que eso es un buen entorno terapéutico , devuelve vida . El “paco “queda atrás. Gabriel vive abstinencias pero las puede superar otra vez con el grupo como aliado y con él mismo como soporte de la vida.
Siempre, y máxime cuando el muerto es el padre , aparece en los familiares del suicida la culpa. La culpabilidad es el germen de conductas autodestructivas. Trauma , stress post-traumático y culpa van de la mano con la superación del duelo . Solo la tramitación y superación posible de la muerte (siempre condicional , nunca plena y especialmente cuando es la del padre) va a liberarnos del “infierno” de la culpa . Promotora ésta de compulsiones que nos pueden llevar al consumo de drogas y a otras compulsiones (alimenticias , juego, etc). Gabriel lo está logrando .
LA FAMILIA CONSUMIDORA
Uno de los grandes problemas que tenemos hoy en nuestros consultorios es la gran cantidad de familias en donde varios miembros usan drogas. Hermanos, padres e incluso padres consumiendo con sus hijos. Reparar estas situaciones lleva tiempo. Todos están expuestos a traumas . La violencia está a “flor de piel “asi como la soledad y el autismo. No hay vínculos de palabra ,solo tratos químicos.
Por último debemos recordar que muchas personas expuestas a traumas severos logran luego de un trabajo de aceptación y duelo una vida mucha más plena que la que tenían antes . Superan odios , resentimientos y compulsiones y se abren a una vida en donde la esperanza y el proyecto vencen a las conductas compulsivas. Muchos sobrevivientes a masacres y genocidios masivos lo muestran . Gabriel lo está intentando y parecería que lo está logrando. Así el trauma se convertirá en factor de desarrollo.
DR. JUAN A. YARIA
DIRECTOR DE GRADIVA-rehabilitación en adicciones