Juana me cuenta que dos tiros rozaron sus piernas. Noches de desconcierto en medio del consumo en una adolescencia frágil y confusa. A los 15 años comienza a consumir y sus primeras experiencias sexuales transcurren bajo el “paraguas no precisamente protector” de alucinógenos, alcohol y pastillas. Luego viene el desborde; Sus padres profesionales la pierden.
Solo llamadas policiales la devuelven a un cierto contacto; Vivir en barrios de alto consumo y venta de sustancias se transforma en un hábito. Ya no hay escuela ni amigos de la infancia, Personalidad vulnerable por ser adolescente y sumado a esto un sistema nervioso inmaduro para resistir poderosas drogas convierte a Juana en la esclava perfecta de pequeñas organizaciones barriales de Rosario en donde el delito se da la mano con lo riesgoso.
Rápidamente sucumbe a personas, lugares y situaciones que tienen que ver con las drogas. Personas que como compañeros de consumo o vendedores rápidamente la “trasladan “al deseo de consumir. Lugares y situaciones que como esquinas, paradas, canchas de futbol por ejemplo también la remiten a la voracidad de los estupefacientes. Perdió el control de sus impulsos porque precisamente eso es la adicción. Su cerebro inmaduro no tiene resto para frenar lo auto-destructivo. Drogas y sistema nervioso adolescente “no van de la mano”.
Largo aprendizaje emocional y recapitulación de su vida para no volver a repetir conductas autodestructivas. Meses de desintoxicación y de renuncia a hábitos dañinos para su salud. Hoy empieza a volver a su ciudad.
Me comenta que hay dos caminos para entrar uno por la circunvalación bordeando los lugares de riesgo para su salud con lugares de venta y otro por la costanera al lado del rio justo ahí donde están las cenizas de su abuelo. Son, para ella, los dos caminos uno de vida y otro de muerte; ahora elige el del rio. Ahí reposan las cenizas de su abuelo que fue para ella el “Ángel Protector” que la “salvó” de los balazos y que siempre fue lo más amado. La vida parece triunfar sobre la muerte bajo el espejo del Amor.
DR. JUAN ALBERTO YARIA
DIRECTOR DE GRADIVA, Comunidad Terapéutica Profesional. Rehabilitación en adicciones.