Oscar consume desde los 13 años. Me consulta a los 18. Lo conocí como un “esclavo” a las sustancias. Etapa clave la de los 13. Ahí existe un remodelamiento general del organismo y de la personalidad. Las urgencias hormonales son muchas. Surgen los caracteres sexuales con fuerza. El cerebro funciona más instintivamente que con los controles racionales precisamente porque los lóbulos frontales (asiento de la civilización que nos separa de los mamíferos) recién terminan de desarrollarse después de los 20.
En Oscar se suman varios factores; uno de ellos es el consumo de drogas y alcohol en estas edades tempranas .Su familia está fragmentada y los vínculos casi no existen .No hay mesa ni palabras. La calle empieza a ser la “escuela” de Oscar mientras que la propia escuela es abandonada.
Las drogas utilizan las mismas vías nerviosas que se utilizan para el aprendizaje. La memoria, el placer, la motivación y la atención quedan comprometidas. Por eso es muy difícil que un “pibe” pueda estudiar si consume. El cerebro adolescente se parece a una obra en construcción y el consumo inicia la tarea de demolición. La predilección por el riesgo de los adolescentes tiene que ver con un incremento de las áreas del sistema nervioso más arcaicas (subcorteza) en detrimento de las actividades corticales (mas evolucionadas). Por eso el adolescente es más propenso a accidentes en la conducción que un adulto y máxime si está en consumo. Fundamentalmente no puede evaluar consecuencias de sus acciones.
Hoy la fragmentación familiar es tratada en una terapia de rehabilitación ya que sin un límite es casi imposible en las primeras etapas iniciar una reconstrucción de una persona. Oscar volvió a la escuela y aprendiendo no sin dolor a aceptar una vida sin sustancias y renunciando a lo que lo estaba esclavizando.
Juan Alberto Yaria
Director General GRADIVA-Rehabilitación en Adicciones.