“Necesitamos enriquecer los ambientes emocionales de nuestros hijos…” Neuropsicología de la adicción. Ed. Panamericana

Viajo plácidamente en un taxi cruzando la ciudad desde Caballito a Palermo. Había pasado todo el día escuchando y viviendo historias de personas casi esclavizadas por el consumo de drogas pero también luchando para salir de estas dependencias. De repente escucho la noticia que me estremece tanto a mi como el conductor del vehículo (un viejo basquetbolista, me cuenta luego): invernaderos en donde detrás de los tomates se escondían 2.500 plantas de marihuana. Había 10 invernaderos llenos de plantas que pensaban comercializar. Ya no es en Pablo Caballero, en el linde entre Brasil y Paraguay, donde se cosecha en escala alta marihuana. Ahora es cerca de acá entre Merlo y Marcos Paz, a no más de 40 kms. De la ciudad, en Mariano Acosta. Tenemos auto-abastecimiento.

La palabra del taxista suena melancólica recordando viejos momentos del básquet juvenil que se contrastan con los viajes que realiza en las madrugadas con jóvenes maltrechos y que ensucian su vehículo como respuesta a la intoxicación por drogas y alcohol .Sufre como argentino y como abuelo ya que presume y se enorgullece de cuidarlos y de que tengan una vida sana. Reacciona el hombre y pienso que está bien. No quiere para los suyos una vida claudicante y centrada en narcóticos. Me conmueve y pienso en mi familia, en este caso en mis nietos y en que puedan vivir sin estas sustancias que los van a hipotecar, casi, de por vida. Además mis pensamientos vuelan hacia lo vivido en el día en donde debí realizar un test de drogas a un joven que no pudo resistir la necesidad de consumir, precisamente, marihuana y que en él es un disparador de conductas psicóticas.

La opinión pública está sensibilizada por las drogas. Lo que ve a su alrededor muestra la epidemia ya que en toda familia ampliada hay algún miembro o varios en contacto con sustancias. Ya no basta escuchar historias televisivas de Pablo Escobar, La Viuda Negra o el Señor de los Cielos. Esto está cerca y la cercanía aumenta la negación o la toma de conciencia del problema.

ESTACIONES DE LA MARIHUANA

La marihuana tiene médicamente cuatro estaciones. La primera es RECREATIVA y con cambios mínimos, pero cambios al fin, de nuestro capital cognitivo: memoria, atención, funciones ejecutivas y de planificación, conducta y vida emocional.

La segunda estación ,si progresa el consumo es de tipo A-MOTIVACIONAL o sea la pérdida de interés y la apatización de la conducta .Ya empieza a fallar en la escuela y la memoria empieza a tener amnesia, la atención empieza a responder con inatención, la función ejecutiva muestra fallas en la capacidad de planificar , la conducta puede fluctuar entre la actividad sin finalidad y en donde prima el desinterés por las normas y la desinhibición y la emoción empieza a mostrar labilidad e impulsividad.

La tercer estación es la DEPRESION. El paso depresivo se muestra en la baja amplitud atencional, el déficit para gestionar en la realidad, la ralentización de las conductas y los pensamientos y la vida emocional fluctúa entre la abulia y la apatía. Las anomalías del sistema nervioso son evidentes y son detectables también por las modernas técnicas de neuro-imágenes y comienza a “apagarse” el lóbulo frontal que es el CEO de nuestra vida (estación superior de humanización y refinamiento sublimatorio). Por último nos esperarán los SINTOMAS PSICOTICOS .Los servicios de atención a drogadependientes están en estos momentos atestados de pacientes que se denominan de DOBLE DIAGNOSTICO. Son los más difíciles en atender porque la adicción se une a profundos trastornos de la personalidad con alucinaciones, delirios o sea con pérdida de la noción de realidad. Ya las alteraciones del sistema nervioso son mucho más claras y evidentes.

CUIDAR LA SALUD MENTAL

Cuidar la salud mental herida por el consumo y el abuso de drogas implica una verdadera estrategia de salud mental que creo pasa por tres ejes : a. darle a nuestros jóvenes lo que se denomina en la actualidad “ambientes enriquecidos “ o sea familia, contención , escuela , dignidad y valores entre otras cosas ya que esto es un factor de protección muy fuerte ; b. ayudarlos a manejar sin químicos y narcóticos los problemas o trastornos psíquicos que tenemos en nuestra vida todos así como la fiesta y los placeres recreativos ; c. enseñarles y educarlos que las drogas fomentan disfunciones de las transmisiones nerviosas que lesionan nuestra voluntad y hace que actuemos automáticamente observando , ya apatizados , lo que hace el Otro que paradójicamente somos nosotros mismos disociados. Triunfo del Otro de la dependencia sobre nosotros mismos. Esto tiene una base nerviosa y es la perdida de nuestra libertad.

Llegamos a destino en nuestro viaje .En mi la noticia dura se transformó en una experiencia de crecimiento emocional y de pensamiento sobre nosotros mismos. Al taxista creo que también.

Juan Alberto Yaria
Director General GRADIVA-Rehabilitación en Adicciones.