Me sorprende hace unos días  un mensaje de texto de un paciente que atendí hace varios años. Son de aquellos que no olvidamos por la lección de vida  de lucha que tienen que entablar para tener una vida digna. Me saluda contento y me dice que quiere volver a visitarme .Estudia actualmente Ingeniería en Seguridad Industrial e Higiene. Está en pareja con una psicóloga y su vida es feliz. Seguramente su vida es una lucha como la de todos pero me hace acordar a lo que decía el gran filósofo Goethe: “soy feliz, pero no tuve nunca una semana totalmente  feliz”. Ambicionaba mostrarnos que la felicidad se conquista todos los días venciendo pesares.

A Benito lo conocí inundado de drogas en sus 17 años. Tironeado entre una madre con alteraciones psiquiátricas evidentes y que lo necesitaba como una prótesis para su vida enloquecida y un padre abandónico. Un día la madre se vino a Gradiva para sacar a su hijo poseído por un delirio  con la policía y una ambulancia del SAME. El tino de la médica del SAME y la voluntad del paciente de seguir su recuperación hicieron el resto.

Al poco tiempo abandona el tratamiento y vuelve con la madre y de vuelta aparece el consumo voraz y se interna en una clínica psiquiátrica. Me entero y lo llamo para pedirle que continúe su proceso de rehabilitación en la comunidad terapéutica Gradiva. Me confiesa en el mensaje de texto que recibo que eso lo emocionó. Vuelve y de ahí en más realiza un tratamiento maravilloso. Se desprende de sus padres .Va a lo de su hermano mayor y comienza a estudiar, cambia amistades. Acepta que tiene una enfermedad y por ende  un programa de vida para recuperarse. En plena adolescencia sin drogas construye su identidad que es la respuesta a un proyecto de vida, una misión a desarrollar en lo que nos toca vivir y una vocación a realizar como hombre, padre, amante, ciudadano. ¿Qué papel cumplimos los terapeutas en el desarrollo de la vida de nuestros adolescentes tan dañados por la autodestrucción? Quizás funcionamos simbólicamente como Padres sustitutos , como quien ayuda a alguien que quiere caminar, lo anima a hacerlo y está al lado para ayudarlo si se cae. Promotores de la auto-nomia, la in-dependencia y la libertad autentica.

Juan Alberto Yaria

Director General GRADIVA. Rehabilitación en Adicciones.