“No voy a poder dejar la cocaína porque ya no existo, la cocaína me va a dejar a mí” relato de un paciente

La droga es un instrumento de dominación de los pueblos .Siempre la dominación pasa por alguna forma de esclavitud. La anulación de la libertad desde siempre en la historia es un anuncio de la dominación. Hoy las formas de dominación son más refinadas. Anular a los sujetos, transformarlos en nada o en “nadies”  es un requisito. Es la esclavitud moderna.  La Universidad Católica Argentina en su última encuesta de hogares ha mensurado que en los hogares pobres el 22% de los jóvenes consume algún tipo de drogas. En los hogares ricos el porcentaje es casi similar. Las drogas unen transversalmente la generación joven. Todos son pobres de alguna manera: penurias económicas, abandonos familiares, des-escolarización, abusos, barrios y lugares de venta de drogas en distintos lugares. Todos son pobres, son “nadies”.Unos serán “soldaditos” y  otros clientes VIP. Default cultural…caída de las transmisiones de vida. Caída de la Ley. Sin cultura de la vida somos “nadies”.

Pensemos que Colombia a fines de los noventa percibía por exportaciones 12.000 millones de dólares mientras que las organizaciones de la droga recaudaban 21 .000 millones de la venta, comercialización y distribución de sustancias, secuestros y por último chantajes que se cobraban como impuestos a la población de empresarios y ganaderos así como la extracción y venta de oro ilegal. El Poder superaba al de los Estados. Ese Poder continúa ya que hoy hay 188.000 has. cultivadas contra las 159.000  de 2016. 710 toneladas por años solo de ese  país para repartir en todo el mundo (datos del Monitoreo de consumos ilícitos dela Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito).

Lo mismo está sucediendo en otros países .La legalización de drogas no parece ser la solución. Uruguay creyó que legalizando la marihuana se acababa el comercio ilegal .Aumento el comercio ilegal y pasaron a ser los primeros consumidores en América Latina de cocaína. Los legisladores uruguayos ignoraron el cerebro y el desquicio que se produce en el mismo cuando se comienza a  consumir; se buscan rápidamente otras drogas.

La estrategia de implantación del consumo es una ingeniería económica de inundación del mercado y al mismo tiempo es una arquitectura comunicacional, cultural y de marketing. Lo demás lo hará el agente químico que es lo suficientemente potente como para generar un deseo de repetir el consumo y que en algunas personas vulnerables puede llevar a la muerte. Cuanto antes se inicie (niñez y adolescencia) mejor para esta vía perversa de negocio. Más seguro es el cliente.

La estrategia cultural en este momento de la humanidad que Octavio Paz definía como de “tiempo nublado” (incertidumbre de valores con relativismo ético y ocaso de la Ley como marco regulador) tiene un papel fundamental quizás más que todas las redes de oferta. Hay orfandad de “resortes vitales” al decir de Ortega y Gasset y entonces el hombre altera su propia naturaleza. La desesperanza brota en este  “tiempo nublado” como momento de la civilización.

El hombre en su historia trató de vencer a la muerte y perdurar .El sistema de supervivencia, que es la batalla cotidiana para vivir, con las drogas no existe y se va anulando progresivamente. El hombre aprendió a huir de los venenos, los enemigos, asegurarse el alimento, reproducirse. En suma ampliar la vida, perdurar. Las drogas son su “veneno” (toxico viene de “toxon”  que es, precisamente, veneno) y sin embargo atraen. Quedó anulado el sistema de supervivencia de la especie.

Hay mucho dinero para corromper y para generar un “packaging” lo suficientemente engañoso de salud en el consumo así como de liberación.

El hombre es el único ser animal que nace incompleto .La completud vendrá de la cultura y de los ordenamientos familiares y sociales. Esa cultura le propone fines y propósitos, ritos, folklore, lenguaje, valores, arte, poesía, creencias religiosas .O sea crecemos en un universo simbólico que nos aleja de la inmediatez animal. Las drogas nos acercan a esa inmediatez. Un hombre así es un “nadie”. Vive en un mundo cerrado en el espacio y en el tiempo. En la Biblia el Profeta dice que fuera de este entorno creencial y de urdimbre de valores  “todo es vanidad “; Scalabrini Ortiz decía “creer, creer he ahí la magia de la vida”. Marco Aurelio, emperador del inicio del declive de Roma y a la vez escritor describe una vida con confort o escasez pero sin valores: “¿Qué es la vida? un hueso arrojado a una jauría de perros hambrientos…”(Meditaciones). Es la existencia de los Nadies.

EL PASAJE DEL NADIE AL ALGUIEN…

Este pasaje es una operación cultural y médica. Es una mediación simbólica con palabras, discursos centrados en el amor, educación. En suma la transformación personal de alguien alejado desde hace años de una vida vivible. Ese pasaje exige que ALGUNOS actúen y esos somos nosotros como sociedad curativa pero también preventiva desde cada ciudad.

Quiero “ser alguien” me sigue diciendo  Gabriel. Me sorprende como, desde su voz ronca en una mañana que lo sacamos de la cama muy temprano para una entrevista, surge un ser para mí desconocido.¿ Donde está el “barra brava” de un club del conurbano o aquel que bordeaba los pasillos de una villa buscando drogas?. Al otro día lo veo de vuelta y le pregunto por lo mismo e incluso la muestro mi sorpresa y alegría porque había empezado a ver otro Gabriel. Con la lucidez que estaba adquiriendo luego de muchas horas y días de terapia e internación en una comunidad terapéutica me dice mirándome a los ojos :”es que no quiero seguir siendo un adicto”. Para él ser adicto buscando, por ahí, los restos de drogas era ser un” nadie”.

El trayecto hoy para muchos jóvenes alienados y expropiados por sus conductas adictivas es dejar el “nadie” que llegaron a ser a pasar por las transformaciones para ser “alguien “…y eso es a través de “algunos” . Hoy esos “algunos” son centros de rehabilitación que en realidad son lugares de habilitación de la palabra y de cuidados para que florezca la vida. Donde hay drogas para un adicto surge la muerte.

Esta historia es para mí una enseñanza de la realidad de muchos jóvenes que solo necesitan un empujón vital para que sus resortes vitales (al decir de Ortega y Gasset) se expandan. Las drogas son lo contrario a esta expansión de la vida. La constriñen como en el caso de Gabriel a los pasadizos de una villa o a las locuras de una “barra brava”.

Con las drogas me decía “borro la cinta”. Aparecía el otro, el “nadie”. El viaje con pastillas y alcohol me invitaba a la locura y “me agarraba a las piñas” Hasta me olvidaba donde había dejado el coche.

LOS DUENDES

En Rosario Delia me contaba que el paciente que se transformaba en buscador de drogas era como un “duende”. El dicho “ah…no seas duende “es común. ¿Qué es un duende para la terminología de los consumidores rosarinos afectos a buscar en los bunker su dosis diaria ¿.

Así Delia me lo cuenta “…algo que no existe y que busca lo que es un resto…de drogas”. Estas definiciones son casi filosóficas. Buscan restos, son “nadies” y ellos mismos en este estado son un resto. Lo que sobra, lo sobrante, el descarte. Han perdido la potencia de la libertad.

Recuerdo en este momento experiencias que viví en el Nida (Instituto de Drogas de USA) cuando observe los trabajos con ratitas adictas y vi la urgencia y la hipermovilidad por encontrar la dosis. Ellos las llaman “seekers” o sea buscadoras o solicitantes.

El duende es una criatura mitológica descripta como un “humanoide”; personaje ficticio del folklore popular que es un “duen de casa “o sea en la etimología un “dueño de casa”. Se apodera de las personas que creen en los duendes. Los encanta…los habita dice la mitología. Son equivalentes a fantasmas. Se los llamaba la “gente pequeña” o los “gnomos”. Son invisibles, vuelan como los espíritus pero no son espíritus porque comen y duermen.

LA GENETICA Y LOS “NADIES”

Hoy hay estudios sobre la genética de las adicciones especialmente sobre los genes de la saciedad. Tenemos, permítanme esta licencia, un “llamador “biológico acerca de cuándo frenar los distintos impulsos (alcohol, comidas, drogas, juegos) . Cuando hay un desorden o sea cuando consumimos sin freno todo el circuito que rodea el gen que son distintas proteínas queda alterado modificando la expresión genética y así se dispara la falta de freno. En lo humano nos vamos transformando en “nadies”…duendes…gnomos. Expresiones mitológicas que aluden a como quedamos adueñados por los intrusos.

El trayecto no solo es dejar de drogarse sino como pasar del “nadie” al “alguien” a través de “algunos”. Es una aventura existencial y el estudio de la novela existencial de cada uno. Para eso debemos dejar el consumo; garantía necesaria para empezar a ser “alguien”.

DR. JUAN ALBERTO YARIA
DIRECTOR DE GRADIVA-REHABILITACIÓN EN ADICCIONES