“…un ´viejo´ me vendía por cocaína… no podía dejar de estar con él” (relatos de una paciente entre tantas).
LA MUJER COMO OBJETO
La clínica cotidiana nos confronta con el sexo unido al comercio de drogas. La mujer como objeto es parte de la venta y a su vez ellas mismas quedan “esclavizadas” por proxenetas en donde las drogas que consumen operan como moneda de cambio como parte del pago por lo que realizan.
Atender cierto tipo de patologías en el sexo femenino nos coloca en el terreno de la sexualidad vivida en forma promiscua y regenteada por “Patrones del sexo” que son Perversos por los manejos que hacen de ella como objeto transaccional. A más cocaína más “venta” de la mujer a otros y así sucesivamente.
Todo esto a veces culmina en la pedofilia y hoy, nuestra sociedad en vilo por el robo de niños debe quizás pensar en la pandemia de drogas como la cocaína que lleva a todas las perversiones posibles entre las cuales está la pedofilia (sexo con chicos). Hoy incluso la cocaína forma parte del intercambio sexual y el costo de la unión “hombre-mujer o lésbica o en trío” tiene un valor distinto si hay cocaína de por medio.
Me lo dice todo esto la clínica luego de llantos y pesares de personas que no saben cómo llegaron a eso.
