“El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte”

Mark Twain (1835-1910) Escritor USA

Sobre 600 pacientes estudiados en accidentes en las guardias hospitalarias en CABA (accidentes de tránsito, de trabajo, caseros, violencia, intento de suicidio, sobredosis, abstinencia, motivos médicos generales) casi el 50% había consumido sustancias psicoactivas en las últimas 6 horas . El 50 % eran jóvenes comenzando la estadística a los 12 años de edad (estudio de SEDRONAR -2012). Muchos de los jóvenes que tratamos terminan con suerte en las mencionadas guardias. Por eso pienso y lamento el capital social y humano que se va perdiendo con la epidemia de consumo, especialmente juveniles.

El recurso del pensamiento en los adolescentes que han sido afectados por el consumo crónico de sustancias solo se logra a través de un proceso terapéutico. En “carrera” es muy difícil pensar. Esto le pasó a Sonia. Meses enteros vagando por la ciudad en jiras imposibles de controlar. Las fugas del hogar eran constantes. En algún momento –cuando la desintoxicación y el vínculo terapéutico empezaron a funcionar- se preguntó algo que me asombró: como pude hacer esto?…Era yo?. Fue para ella un descubrimiento luego que en una sesión de grupo les explicara a las pacientes los laberintos en Borges, Marechal y en la mitología griega (tema de la última nota) y como eso se podía trasuntar en la vida de cada uno de nosotros.

Me asombró, también, como todas las chicas entendían las metáforas de los laberintos de la vida y de cómo sortear los distintos peligros que los griegos mencionaban muy bien en la imagen del Minotauro (que reinaba en el centro del laberinto y se comía seres humanos). Entendían como nadie el “canibalismo” como una forma de vivir en ciertos circuitos ligados a las drogas. Para Sonia los laberintos eran los pasillos de las villas construidos como verdaderas encrucijadas. “¿Cómo pudimos estar ahí me decían varias?”; mundos laberínticos en donde el valor de la vida no existe ya que allí en los lugares de compra-venta no hay ninguna Ley reinante.

Esto plantea otro tema común en la adicción: las giras. La gira es la forma que tienen los pacientes para mencionar la desaparición por varios días en un frenesí de consumo casi rozando el filo mismo de la muerte. En la calle, en un hotel, con un grupo pero siempre aislados. En la semana ocuparon la prensa de todo el mundo la desaparición durante un mes del hijo de Tom Hanks, celebre intérprete de una película histórica como “Forrest Gum”. Al mes los jefes de prensa dijeron que estaba en una rehabilitación. Es común esa disociación de la personalidad en donde el consumidor sale al encuentro de las sustancias en una conducta “autística” en donde solo importa eso. Cierra celulares, desaparece del núcleo que solía frecuentar.

Hay varias lecturas que podemos hacer; de entre todas elijo dos: la psicológica tomando el momento crítico de la adolescencia y la segunda es el momento del desarrollo del sistema nervioso que se da cuando aparece la inundación de drogas.

Las drogas y el conflicto del crecer

Psicológicamente se produce una identificación del yo con la sustancia; muchos me dicen la droga es “mi novia”. Parecería que no hay ningún lugar para nadie .Ese dúo “simbiótico” manda y en realidad no es un dúo sino la ilusión de una unidad con el estupefaciente. Hay miles así hoy vagando por lugares de venta.

¿Pero el conflicto es con la droga? ; No aunque para intentar sanarlo habrá que suprimir el contacto con la sustancia ya que de lo contrario hay riesgo de vida, pero el conflicto verdadero que vive el paciente no es en relación con la sustancia. Esta aparece como una forma de eludir conflictos de su vida. Duelos, entrada en la vida adolescente, separarse de los padres, superar viejos temores infantiles como por ejemplo fobias.

Sonia solo puede reconocer la división de su personalidad desde un tercer lugar, como es la terapia, las dos caras convivían en ella .Una ausente, alejada y la otra activa buscadora de un placer y de la muerte al mismo tiempo. Desde ese tercer lugar que es la terapia tratará de encontrar cuales son los conflictos que la llevaron a las puertas del cementerio, el ultraje y todas las demás perversiones posibles.

En definitiva en mi disociación o división de la personalidad hay un continuo que en un reverso se transforma en otro. No es anverso y reverso sino que el anverso es reverso. En la enfermedad vivimos en un drama sin reconocimiento .Sonia se da cuenta de eso; ve su disociación pero con la ayuda de un grupo o sea del Lenguaje que es lo que será su rescate.

El Cerebro “Hipotecado”

La vulnerabilidad a las drogas es mayor en la adolescencia en un cerebro que no ha terminado de desarrollarse. Hay una inter-retroacción entre abuso de sustancias – el neurodesarrollo adolescente – la hipofrontalidad – la impulsividad y la gravedad y duración de la adicción ligada a la edad de inicio precoz. El lóbulo frontal es clave en la función del pensamiento y el control de los impulsos. Mientras tanto se está “hipotecando” el sistema de motivación y todos los centros subcorticales del placer. Surgen sujetos desposeídos y sus reacciones son patrimonio de zonas cerebrales arcaicas en donde lo automático reina. Los factores disociativos y la división de la personalidad son mayores. Todo parece ser una gran “grieta”.

Así llegamos con suerte a los sistemas de guardia y a las emergencias. Pero acá ya perdimos, aunque esa sea la posibilidad de una cierta salvación aunque en realidad se nos presenta una segunda oportunidad.

Juan Alberto Yaria
Director General GRADIVA. Rehabilitación en Adicciones.